Slow weddings: ¡lo último en matrimonios!
Esas bodas ostentosas, con cientos de invitados y platos complicados está quedando out. Hoy, para muchas parejas, menos es más y la comodidad está por sobre todo. Es por esto que las llamadas slow weddings se imponen como un modelo a seguir para quienes buscan celebraciones relajadas, con pocas formalidades y un toque hippie chic.
Una buena forma de describirlas es como “bodas a fuego lento”. Aquí lo central, más que protocolo y ansiedad por lograr “la boda perfecta”, es adaptar la ceremonia a los gustos de los novios y de quienes los rodean. Más que una forma de casarse, es una filosofía de vida aplicada a la que quizá será la celebración más importante de la vida.
Slow wedding viene de “slow life”, un movimiento que plantea la necesidad de cambiar el estilo acelerado de vida actual, alejarnos de prisas innecesarias y las preocupaciones superficiales. El concepto fue popularizado por la revista española Tendencias de Bodas, un referente obligado en este tema. Así lo resume su editora, Keyla Díaz: “La magia y esencia de ese día no radica en cuánto te gastes sino de quien te rodees. Nuestra filosofía se basa en el amor por las cosas bien hechas, organizadas con mucho cariño y que están pensadas desde el corazón para compartir con la gente a la que se quiere un día especial en el que festejamos el amor. ¿Hay algo más bonito?”
Sin embargo, no hay una fórmula concreta para que una boda califique como slow wedding. Es más bien la forma de enfrentar los preparativos y disfrutar de la fiesta, entendiendo que lo importante es lograr el placer de compartir el momento con tus más cercanos.
Así, una slow wedding puede ser un picnic en el campo, un simple brindis en el jardín de la casa o una celebración de un fin de semana completo en la playa. Aquí son los novios quienes deciden, sin atender supuestas obligaciones formales (¡dile adiós a las opiniones de tus suegros!) y concentrándose exclusivamente en lo que a ellos dos los hace felices.
En Chile, a pesar de las convenciones, cada vez son más las parejas que buscan una slow wedding, y ya hay wedding planners dedicadas a darles forma.
En cuanto al look de la novia, lo que se privilegia es la comodidad: vestidos ligeros y peinados discretos y naturales. Lo mismo corre para los invitados, que en la cena incluso pueden sentarse donde quieran, sin necesidad de establecer mesas ni ubicaciones.
Así que, si estás próxima a casarte y quieres una boda única y recordada por todos, un buen consejo es simplemente dejarte llevar por tus deseos y contagiar a todos tus invitados de esa alegría y autenticidad que te caracteriza.
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