En la búsqueda del café perfecto
Tostar y preparar café es un arte. Existen cada vez más fanáticos, mezclas más refinadas y baristas más expertos. En la búsqueda del café perfecto, recorrimos las distintas zonas de cultivo y exploramos sus técnicas de preparación, porque una de las experiencias más alucinantes es seguir una ruta del café de clase mundial. Esto es lo que necesitas saber para transformarte en un experto conocedor.
Etiopía, donde todo comenzó. Más allá de leyendas populares que le dan un origen mitológico, existe la certeza de que en este país africano fue donde por primera vez se cultivó el café. Los etíopes de hoy beben café varias veces al día: temprano en la mañana, camino al trabajo o conversando en un rato libre del día en un coffee shop. No puedes dejar de probar marcas como Harrar, Sidamo y Yirgacheffee, auténticamente etíopes y disponibles en gran parte del planeta.
Turquía, sólo para valientes. En este país hay una profunda cultura cafetera, herencia de la cultura otomana en la que los hombres turcos seleccionaban a sus mujeres en base a sus habilidades para preparar café. El café turco tiene color negro como el alquitrán, y en general se bebe rápido, para luego -en las líneas que dejan los restos- adivinar tu futuro. Si pasas por Estambul, no te pierdas el Pierre Loti Café (situado en lo más alto de una colina y con una impresionante vista de la ciudad) o el Drip Coffeeist (con una exquisita terraza y su aplaudido café de infusión gaseosa).
Costa Rica, la tierra del café chorreado. El implemento cafetero por excelencia de este país es el chorreador, una pequeña bolsita que asemeja a un calcetín, abierta y erguida por un soporte de madera, que funciona como filtro para el café y el agua caliente. Creada en el siglo XIX, transformó al café en la principal exportación del país y en el precursor de los hoy sofisticados filtros que hoy dan la vuelta al mundo. Visitas obligadas en San José son el Café Rojo (con preparaciones frías, calientes, repostería y comida tailandesa o italiana según el día) y la Cafeoteca (con 23 tipos de café y más de 10 técnicas de preparación).
Guatemala, llena de tradición. Sinónimo de café verde y tostado, Guatemala tiene al café como una de las bases de su economía desde hace casi dos siglos y, hasta hace poco, era el país centroamericano con mayor producción. En Acatenango el grano se cultiva en altura y a la sombra, mientras en Antigua está el Museo del Café, lugar totalmente dedicado a enseñar cómo se hace una cata. Además de antiguas maquinarias y molinos de varias partes del mundo, sus muy expertos guías te enseñarán a usar tus cinco sentidos para apreciar el aroma y sabor del grano en toda su dimensión. Las marcas Café León, Café Isabel y Café Capeuleu son las tres que no puedes dejar de probar.
Colombia, visita obligada. Tierra cafetera por excelencia, entre montañas llenas de guayacales se cultiva el mejor café de Sudamérica y uno de los mejores del mundo. Tanto así, que ya tiene consolidada su “ruta del café”, que cruza 62 municipios en un viaje que funde paisaje, cultura y tradición. Comienza en ciudades como Manizales, Pereira y Armenia y pasa por coloridos pueblos como Salento y lugares como el Valle del Cocora. En el Quindío se cosecha café en dos etapas: de marzo a mayo y entre octubre y diciembre. Es posible visitar fincas y maravillarse con el proceso de producción. El tinto, forma en que en este país nombran al café negro, se puede endulzar con panela, un tipo de azúcar morena colombiana 100% natural.
Fuentes